Este miércoles hablaremos en las prácticas de la inclusión educativa de personas con autismo, asperger o tdah:
esta entrevista supone una buena introducción al tema, especialmente las dos últimas respuestas.
Tony Booth
visitó España hace unos días para asistir al Congreso Barcelona Inclusiva.
Aprovechamos para hablar con él de la necesidad de una cultura inclusiva:
"La inclusión está ligada a la idea de luchar por los derechos de quienes
son discriminados".
Víctor
Saura24/11/2017
El profesor británico Tony
Booth es uno de los grandes referentes mundiales en educación inclusiva. Desde
la universidad (Open University, Canterbury Christ Church University, y en los
últimos tiempos, Cambridge) ha dedicado más de treinta años a investigar sobre
inclusión y exclusión, y ha escrito numerosos artículos y libros sobre la
materia, muchos de ellos con su colega Mel Ainscow, de la Universidad de
Manchester. Pero el tándem Ainscow y Booth es especialmente conocido como
autores del Index for Inclusion: developing learning and participation
in schools, traducido a más de 20 idiomas y que 17 años después de su
primera edición sigue siendo la principal guía para la implementación del
modelo inclusivo en los centros educativos. Al castellano lo ha traducido y adaptado el equipo del
Consorcio para la Educación Inclusiva que lidera el profesor de
la UAM Gerardo Echeita. Booth participó hace unos días en el Congreso Barcelona
Inclusiva, en una mesa donde estuvo acompañado por dos de sus traductores: el
mismo Echeita y la profesora de la UAB, Ester Miquel, que participó en la
traducción al catalán.
¿Cuándo comenzó a
interesarse por la escuela inclusiva?
Creo que
desde el mismo momento que empecé a ejercer de profesor de secundaria. Te hablo
de finales de los años sesenta. Entonces yo ya estaba muy pendiente de aquellas
cosas que dificultaban la vida de los niños y jóvenes, pero también de los
docentes. Mi trabajo no tenía nada que ver con la inclusión, pero ya tenía la
idea de que las escuelas debían ser un lugar para todos. En aquella época
seguramente el factor más evidente de exclusión era que había alumnos a los que
se golpeaba con un palo, y eso estaba generalmente aceptado. Había profesores
que hasta disfrutaban golpeando y, por supuesto, los alumnos que recibían los
palos eran siempre los más vulnerables.
¿En Londres?
Bueno, en
realidad en Londres estuve poco, allí el ambiente quizás era un poco más
progresista, pero yo encontré un trabajo en Nottingham, donde me di cuenta de
que todo el mundo estaba de acuerdo con la terapia del palo. Yo era profesor de
ciencias, pero allí me especialicé en psicopedagogía, y fui cogiendo una idea
muy clara de hasta qué punto era nefasta la exclusión de cualquier tipo.
Entonces mi forma de ver las cosas era muy minoritaria, y de ahí que siempre he
creído que el concepto de inclusión está muy ligado a la idea de luchar por los
derechos de los que son discriminados o son tratados de forma injusta o
desconsiderada.
El informe Warnock ayudó a
poner las cosas en su sitio, supongo.
¿El informe
Warnock? ¡Mary Warnock en realidad venía de la alta sociedad británica! La
pusieron a presidir una comisión sobre educación y discapacidad, ¡pero no tenía
ni idea! Una vez un antiguo ministro me confesó que la comisión Warnock
consistió sobre todo en educar a Mary Warnock sobre cuestiones relacionadas con
la discapacidad. Esta mujer había dicho que escolarizar a minusválidos sería
grotesco, o que el espectáculo de la gente exigiendo sus derechos era
profundamente repulsivo. Esta es la historia escondida de la comisión Warnock.
Me deja de piedra. Todo el
mundo considera el informe Warnock como el punto de partida del movimiento por
una escuela inclusiva.
Sí, ¡pero
esto es un mito absoluto! No sólo en lo que se refiere a las creencias de la
señora Warnock, sino con respecto al mismo informe, que en realidad no promovía
la educación inclusiva de ninguna manera. Lo que pasa es que, como la gente fue
diciendo que se estaba apoyando la inclusión, ella misma se lo terminó
creyendo.
O sea que el informe
Warnock no tuvo ninguna influencia en su vocación profesional.
Al contrario, yo ya tenía mi
propio criterio sobre cómo eran las cosas en la época, y fui crítico con ese
informe. La idea de inclusión está estrechamente ligada a la noción de una
escuela para todos. En Inglaterra las llamamos comprehensive school (escuela
no selectiva), concepto que se asocia a la etapa secundaria pero que para mí
tenía que ser igual en todas las etapas formativas, desde infantil hasta la
universidad. Es lo que ahora el partido laborista británico denomina el
servicio de educación nacional. Pues bien, Mary Warnock era la directora de una
escuela elitista y selectiva de primaria para niñas.
Pasemos al Índice para la
Inclusión. ¿Es una herramienta para trasladar la inclusión a los centros
educativos o un medidor sobre el estado inclusivo de esos centros?
Es la primera
idea. Es una herramienta para que los recursos y conocimientos de la escuela
puedan ser movilizados en la práctica hacia una dirección inclusiva. No es un
instrumento para testar escuelas, si bien hay personas que lo han usado en este
sentido e, incluso, han ganado dinero haciéndolo. Pero esto sería completamente
la idea opuesta a su intención.
Una vez me comentaron que
era complicadísimo de poner en práctica, que los centros casi se ahogaban en el
intento.
Es cierto que
lo puede parecer. Es una guía para el desarrollo de una escuela según los
valores de la inclusión, y por eso hay que tomárselo como una guía de viajes.
Cuando vas de viaje a cualquier lugar nadie espera que hagas absolutamente todo
lo que te recomienda la guía, de hecho habrá muchos lugares que nunca
visitarás. Pues esto es lo mismo. Se trata de poder encontrar aquellas cosas
que quieres hacer ahora. Como tiene esta mentalidad de guía debe ser una obra
muy amplia, pero nadie espera que se haga todo. El Índice tiene unos setenta
indicadores, o unas setenta aspiraciones, presenta doscientas preguntas, pero
se puede empezar trabajando por sólo una pregunta.
Por tanto, mi informador
no entendió la forma de usarlo.
Cuando hago
talleres sobre el Índice sólo necesito cinco minutos iniciales para explicarlo.
En cinco minutos ya puedes saber cómo se debe usar.
¿Cuál es la situación en
Reino Unido en relación a la educación inclusiva, y en especial en relación a
los alumnos con discapacidad?
A no ser que desarrolles una
escuela para todos soportada por los valores inclusivos, la incorporación de
los alumnos con discapacidad al mainstream educativo es muy
frágil. Fíjate sólo en los pocos profesores con discapacidad que hay en mi
país, o en los demás países. Aún es muy difícil para una persona con
discapacidad convertirse en profesor. O sea que volviendo a la pregunta en su
momento se redujo la cantidad de alumnos con discapacidad en escuelas
específicas pero en los últimos años esta cantidad ha aumentado, ya que nunca
se preocuparon en crear un sistema educativo que diera cabida a todos. El
sistema educativo británico no da cabida a todos, es hipercompetitivo, es el
lugar donde las escuelas echan a alumnos para poder quedarse solo con los
mejores.
¿Eso es legal?
No lo es,
pero se hace. Recientemente se ha conocido el caso de un director de centro que
excluyó a unos alumnos que él pensaba que no iban a tener buenos resultados, es
decir, convenció a sus familias para que se fueran a otro lugar. Esto se hizo
público, ya que era demasiado evidente, y el director tuvo que dimitir. Pero
ocurre en muchas escuelas, sobre todo en la secundaria. Llega un niño con notas
bajas y se le dice que estamos llenos, y llega uno con notas altas y se le dice
que tenemos plazas.
Es decir, que el Reino
Unido, que de alguna manera es la cuna de la inclusión, no sería precisamente
un modelo a seguir.
Ni lo es ni
lo ha sido nunca. Seguramente este modelo no existe en ninguna parte. Ahora se
habla de Finlandia, pero cuando hablas con los finlandeses también te explican
los problemas que tienen, y tampoco tienen del todo resuelta la incorporación
del alumnado con necesidades educativas al sistema general, pero evidentemente
el sistema finlandés tiene aspectos muy buenos, es mucho menos competitivo y es
mucho más respetuoso con los profesores y los estudiantes.
O sea que varios maestros
concienciados poco pueden hacer si tienen el sistema en contra.
Es así. Estos
días estoy conociendo y escuchando a gente maravillosa, y también en las
escuelas inglesas hay docentes maravillosos. Hace tiempo que pienso que lo que
estamos haciendo con nuestro trabajo es mantener viva la llama para cuando las
condiciones en la educación mejoren, pero con eso no basta, hay problemas que
no pueden esperar, como ocurre con el calentamiento global, o sea que sólo
progresaremos si somos capaces de promover un nuevo sistema ético.
¿Cuál sería la metodología
que recomendaría a los profesores a la hora de afrontar un aula con diversidad
de alumnos?
En mi trabajo
todo empieza por los valores inclusivos. Todo lo que no sea compatible con los
valores inclusivos no es una metodología adecuada. O sea que hay personas que
creen que el sistema competitivo funciona pero para mí no es un sistema
inclusivo. En una escuela que se rige por los valores inclusivos hay
colaboración, y esta colaboración se da dentro y fuera del aula, dentro y fuera
de la escuela, entre alumnos, entre profesores, entre alumnos y profesores,
entre profesores y equipo directivo, entre la escuela y su comunidad. Y no se
da sólo cuando el profesor decide que ahora se va a hacer una actividad de
trabajo cooperativo, sino que pasa a todas horas, en el patio, en casa. O sea
que una escuela con estos valores está constantemente desarrollando una cultura
de tal manera que las intervenciones no se deben provocar específicamente, sino
que tienen lugar porque es así como somos.
Desde que la escuela
inclusiva es un derecho reconocido por Naciones Unidas se habla menos de los
beneficios para todos, mientras que antes era el argumento dominante. ¿Nos
hemos olvidado de cómo seducir al resto de familias sobre los beneficios para
sus hijos de educarse en un ambiente inclusivo y diverso?
Diría que hay
dos respuestas posibles. La primera es la clásica: los estudios internacionales
demuestran que una escuela que está incluyendo a toda la comunidad es una
escuela que está promoviendo la excelencia. La segunda es más personal. Todo
tiene que ver con valores y, por tanto, tiene que ver con qué respuesta damos a
la pregunta de cómo debemos vivir juntos. Yo creo que tenemos que persuadir a
los maestros, a los alumnos y a las familias de que vivir en una comunidad
donde las personas se ayudan mutuamente, donde no se decide que hay una serie
de gente que no forma parte de esta comunidad, es una manera muy bonita y
maravillosa de vivir, porque ninguno de nosotros puede saber cuándo
necesitaremos el apoyo de los demás. He trabajado con cientos de escuelas y
estos son los valores que mucha gente desea. Fundar un lugar, cualquiera, bajo
los valores inclusivos, es una respuesta satisfactoria para todos. Esta es la
única respuesta posible.
Bajo mi punto de vista para que haya una inclusión social, lo primero es conocer los problemas de las personas con discapacidad, hay que estudiar la individualidad y desde ese punto toda la sociedad y digo toda, debe de apoyarse y trabajar por el bien de las personas con discapacidad, no estoy hablando de una discriminación positiva, si no detectar el problema y actuar, no es lo mismo una discapacidad motora que una mental son completamente diferentes y han de tener respuestas diferentes , por lo tanto es necesario un tejido social que implique a docentes profesionales de la salud psicólogos y familias para poder dar un marco de convivencia y desarrollo de la persona con discapacidad.
ResponderEliminarDesgraciadamente se actúa la gran mayoría de las veces de un modo excluyente, la persona con discapacidad es apartada de la sociedad y aunque suene "fuerte" decirlo, es tratado con desprecio , abandonado a su suerte y sin ningún apoyo, que es lo que realmente se necesita para salir adelante.