La polémica sobre si hay
adoctrinamiento en las aulas se ha reavivado con la crisis. Expertos e implicados manifiestan opiniones encontradas
Madrid 25 OCT 2017
Sindicatos de estudiantes
prevén dos nuevos días de huelga desde hoy en Cataluña y la plataforma
que aglutina a sindicatos profesionales, de alumnos y asociaciones de padres
—MUCE, Marco Unitario de la Comunidad Educativa de Cataluña— convoca
concentraciones ante los Ayuntamientos de las capitales de comarca para que “no
se toque la educación”.
Desde septiembre, el
Ministerio de Educación ha enviado dos requerimientos a la Generalitat para que actúe contra el supuesto
“adoctrinamiento” en colegios e institutos catalanes por acontecimientos
relacionados con el proceso soberanista. El ministerio alude a varias docenas
de casos. Entre ellos uno, que contó EL PAÍS, en un instituto del municipio
barcelonés de Sant Andreu de la Barca, donde hay un cuartel de Guardia
Civil. “Estarás contento con lo que ha hecho tu
padre”, dijo un profesor a uno
de sus alumnos de secundaria, hijo de un agente, tras las cargas policiales.
Educación da por
constatado que “desde las aulas y las direcciones de los centros educativos se
permite y fomenta el adoctrinamiento del alumnado menor de edad, incitando al
rechazo hacia España y utilizando el horario lectivo para actividades cargadas
de ideología política”. La consejera catalana de Enseñanza, Clara Ponsatí,
habla de “acusaciones infundadas y mentiras sin escrúpulos” en un sistema con
5.451 colegios, 1,5 millones de alumnos y 71.000 docentes. Exsecretaria de la
Asamblea Nacional Catalana (ANC), juega un papel principal en el desafío
independentista y asumió las funciones de los directores de colegios para eximirles de responsabilidad por ocupar y
abrir los centros para la votación.
“Estarás contento con lo que ha hecho tu padre”, le dijo un
profesor tras las cargas policiales al alumno hijo de un guardia civil
Acusa al Gobierno de
“injuriar” a los maestros. El grueso de la comunidad educativa catalana rechaza
las acusaciones y las sitúa en un debate político y electoralista más que
pedagógico. Así lo creen inspectores, directores de centro, sindicatos de
profesores, el Consejo Escolar de Cataluña, la asociación de las escuelas innovadoras,
la representante mayoritaria de los concertados o la principal federación de
padres de la escuela pública (FAPAC).
La consejera Ponsatí habla de “mentiras sin escrúpulos” en un
sistema con 5.451 colegios, 1,5 millones de alumnos y 71.000 profesores
“Es imposible sostener
que el adoctrinamiento sea generalizado, pero sí hay libros tendenciosos”,
considera Laura Vicente, profesora de Historia en un instituto de Vilanova i la
Geltrú (Barcelona), con casi 35 años de experiencia docente en la escuela
catalana. Explica cómo la asignatura de Historia de España, en segundo de
Bachillerato, queda recogida como “historia a secas”, sin coletilla. En el
manual con el que trabaja este curso, de la editorial Barcanova, denuncia
ejemplos “sutiles” de manipulación. Todos los textos están en catalán “salvo
las intervenciones de personajes como Franco o Primo de Rivera, en castellano”.
En tercero de ESO, ha impartido clases con libros que mantienen la historia
“neutra” y en otros que cuentan la Guerra de Sucesión y 1714 “como una epopeya,
sin poner el acento en una guerra dinástica, donde no se habla de la corona de
Aragón sino de la catalano-aragonesa, que no existió”. Pese al manual, Vicente
asegura que siempre ha explicado su asignatura como ha visto oportuno.
“En el ambiente que hay ahora se han dado comportamientos
acertados o erróneos, pero no hay que convertirlos en una categoría”, defiende
el exconsejero Ernest Maragall
Tras la denuncia de
manipulación de libros de texto del sindicato AMES, sin apenas representación
en Cataluña, el ministerio anunció en mayo un informe “detallado y urgente” de
la Alta Inspección que no ha trascendido cinco meses después.
Un portavoz de la
Generalitat asegura que no han recibido quejas y que los libros los escriben
“catedráticos de Historia”, obviando que los contenidos los fijan las
Administraciones. Ana Losada, miembro de la Asamblea por una Escuela Bilingüe en Cataluña —con un centenar de familias—, dice, sin
embargo, que se ignoran sus quejas: “La respuesta del departamento de Enseñanza
es siempre que no les consta”.
“El adoctrinamiento no es generalizado, pero sí hay libros
tendenciosos”, dice una profesora de Historia de un instituto barcelonés
“Por supuesto que se
adoctrina desde la escuela”, defiende María Elvira Roca, historiadora y
profesora, autora del libro Imperofobia y la leyenda negra.
“Ha habido un falseamiento completo y absoluto. Tenemos dos generaciones de
jóvenes educadas en un odio que a ver cómo gestionamos”. Roca cree que
“movimientos supremacistas como el independentismo catalán se activan a través
de la manipulación a los jóvenes. Con todos los nacionalismos europeos es
igual”. El Sindicato de Estudiantes, uno de los convocantes de dos días de
huelga, ha presentado un cartel con Franco, Mariano Rajoy y el rey Felipe VI.
“Contra la represión franquista”.
El presidente del Consejo
Escolar del Estado, Ángel de Miguel Casas, señaló ayer mismo que no tiene un
“conocimiento fehaciente” de adoctrinamiento en las aulas catalanas y que sería
“intolerable” de ser así. “La mayoría de los profesores tienen mucho cuidado”
en respetar la adquisición de conocimientos y valores de los alumnos, añadió.
“Los libros de texto
pueden fomentar una visión del mundo concreta, como la actitud de un profesor,
pero eso no se puede ampliar a toda la escuela”, cree Enric Prats, profesor de
Pedagogía Internacional de la Universidad de Barcelona. “La escuela es un
espacio relativamente pequeño en el aprendizaje. Están la familia, los medios,
Internet... Son tantos elementos que es difícil que una directiva política, si
es que la hubiera, pueda funcionar”.
Ernest Maragall fue
consejero de Educación de 2006 a 2010 con el PSC, un partido del que se apartó
en 2012. “El Estado está construyendo un relato absolutamente falso”, denuncia.
En su mandato, se aprobó la ley educativa catalana, una de las más consensuadas
con un 90% de respaldo político (excepto Ciudadanos y PP). “La escuela catalana
es inclusiva y respetuosa con la pluralidad”, señala el exconsejero. Pide que
se investiguen los ejemplos del informe del ministerio, pero también que se
relativicen. “Soy capaz de interpretar que en el ambiente que hay ahora se
hayan dado comportamientos acertados o erróneos, pero no hay que convertirlos
en una categoría”, defiende. “Nunca he visto ningún adoctrinamiento. Ponerlo en
duda es como decir que un médico, en vez de curar a un enfermo, lo quiere
empeorar”, añade Jordi Roca, presidente de la asociación de inspectores
educativos de Cataluña.
“Ha habido un falseamiento completo y absoluto. Tenemos dos
generaciones de jóvenes educadas en el odio", dice la historiadora María
Elvira Roca
El papel de los
inspectores está también en el centro del debate. Junto a la labor de los
autonómicos, la Alta Inspección es un cuerpo de funcionarios con dos o tres
efectivos por comunidad que responden ante el Estado y ejerce fundamentalmente
labores burocráticas. Este periódico solicitó sin éxito hablar con sus
representantes en Cataluña. El 17 de octubre, Ciudadanos se quedó solo en el Congreso en el intento de que entraran a
los colegios o de perseguir a directores y profesores por “adoctrinamiento del
odio nacionalista”. El PP se abstuvo, PSOE y Podemos votaron en contra. “No
existen datos ni evidencias de que exista un problema de adoctrinamiento”, dijo
la diputada socialista Luz Martínez Seijo.
"Mire qué mal me han adoctrinado que estudié Hispánicas y soy
profesor de Lengua y Literatura Española", dice el diputado catalán Joan
Mena (Unidos Podemos)
En ese pleno, Joan Mena,
catalán y diputado de Unidos Podemos, se puso como ejemplo. “Gracias a la
inmersión y a la escuela pública catalana, este hijo de andaluces es bilingüe y
ha tenido la misma igualdad de oportunidades que tradicionalmente tenía la
burguesía catalana. Y eso es un tesoro social, señor Cantó [al diputado de
Ciudadanos Toni Cantó]. Mire qué mal me han adoctrinado que estudié Hispánicas
y soy profesor de Lengua y Literatura Española. Así es el adoctrinamiento en
las escuelas catalanas”.
El PP busca el mayor
consenso político posible para reforzar la intervención de la Alta Inspección.
Entre otras cuestiones, para que vigilen “los derechos lingüísticos”. “Que se
cumpla algo tan básico como estudiar en la lengua oficial del Estado y la de la
comunidad autónoma, sin arrinconar ninguna”, explica la diputada Sandra Moneo
(PP). En Cataluña se aprende con el catalán como lengua vehicular y se reservan
dos horas para Lengua Castellana en primaria, tres en secundaria y dos en
bachillerato. Manel Pulido, representante de CC OO de enseñanza en Cataluña,
asegura que los profesores de las distintas materias deciden en qué lengua
imparten sus materias: “Yo lo hago en castellano”, explica. Y añade que fueron
la izquierda política y su sindicato quienes defendieron que no se separara a
los alumnos cuando se discutía en los ochenta que toda la educación se hiciera
en catalán, para no favorecer que solo una élite dominara esa lengua.
El Supremo avaló en 2015
que el 25% de las clases sean en castellano, tras una sentencia de 2010 del
Constitucional sobre el Estatut, que estableció que el castellano debía ser
vehicular junto al catalán. Un centenar de alumnos ha ganado sentencias para
que en sus centros se aplique ese 25% mínimo, según las cifras de Asamblea por
una Escuela Bilingüe en Cataluña.
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