OPINIÓN DEL CATEDRÁTICO DE DIDÁCTICA JURJO TORRES AL RESPECTO.
A vueltas con el "adoctrinamiento" de los libros de texto, pero únicamente les preocupan los catalanes.
Silencian que los libros de texto de todo el Estado Español son editados por editoriales católicas y algunas laicas (pero cuyos contenidos están caracterizados por los mismos sesgos de las editoriales católicas, pues así pueden ser consumidos por los colegios religiosos concertados y privados en los que estudian los hijos y las hijas de las familias ricas). Libros de texto con contenidos tratados al gusto de la Conferencia Episcopal católica, o sea, católicos, apostólicos y romanos; con fuertes sesgos sexistas, homófobos, racistas, edadistas, neocolonialistas, chauvinistas, no inclusivos, urbanos, anti ecologistas, militaristas, ...
Publicado
25/10/2017
Las réplicas del
momento que vive Cataluña por la tensión soberanista han llegado al
sistema educativo a través de sectores de la población que han reactivado el
debate sobre el supuesto "adoctrinamiento político" en las
aulas. Piedra angular de estas críticas son los libros de texto con los que
estudian los alumnos catalanes, que están siendo analizados por la Alta
Inspección Educativa. El Ministerio de Educación encargó en mayo a este cuerpo
de funcionarios un informe "detallado y urgente" al respecto.
La investigación, tal
y como confirma un portavoz autorizado del departamento que dirige Iñigo
Méndez de Vigo, todavía no ha sido finalizada, pues hay que revisar
los libros de todas las editoriales. El pasado 18 de mayo, el secretario de
Estado de Educación, Marcial Marín, dijo que este documento estaría disponible
"en breves días" y que se pronunciarían entonces sobre si se estaba
vulnerando o no la normativa y sobre si estos manuales carecen de "rigor
histórico". Pero han pasado cinco meses y no hay novedades.
La Generalitat
cuestiona la investigación abierta por el Ministerio de Educación, que califica
de mera operación de propaganda y sitúa en un contexto de "oscurantismo
y censura franquista". "No se entiende por qué se escandalizan
tanto de que se ponga el foco en la geografía de Cataluña. Esto pasa en todo el
mundo, que todas las materias se explican en referencia al entorno
inmediato", ha argumentado la consejera de Educación, Clara
Ponsatí. El Gremi d'Editors de
Catalunya también ha apuntado que detrás del informe que ha alentado la
investigación del ministerio hay un cierto "interés" en
"criminalizar" a todo un sector.
El origen de la
investigación de Educación está en un informe de la asociación de
profesores Acció per a la Millora de l’Ensenyament Secundari (AMES),
que tras analizar 14 manuales de la asignatura de Conocimiento del
Medio de 5º y 6º de primaria (alumnos de once y doce años) de siete
editoriales determinó que los contenidos que fija el Gobierno central se han
reducido tanto que se dificulta su adquisición y criticó que en algunos de
ellos se diga que la ley principal de Cataluña es el Estatuto de Autonomía
o que la parte de historia se presente como un constante enfrentamiento
entre España y Cataluña al tiempo que se hacen alusiones a la inexistente
"corona catalanoaragonesa".
El documento también
cuestiona que la falta de referencias a la monarquía, la Constitución,
el Gobierno de España u otras estructuras del Estado "favorece que los
alumnos catalanes no adquieran la identidad española" y que "no se
sientan españoles, sino sólo catalanes". O que se ensalcen "en
exceso" las "diferencias entre los catalanes y los ciudadanos del
resto de España, mientras que se reduce o se ignora lo que los une".
No obstante, entre los
aspectos criticados de los libros también hay cuestiones de carácter
valorativo. Por ejemplo, AMES critica que se presente a la II
República "de forma excesivamente favorable"; que se utilice la
denominación Estado para referirse a España, lo que lleva a los alumnos
a "desconocer que existe una realidad que se llama España"; o
que se diga que el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 recuperó el
uso público de la lengua catalana, lo que da a entender "que antes estaba
prohibido hablar en catalán".
El debate, sin
embargo, no es nuevo. En el año 2000, en medio de la negociación de un decreto
que pretendía unificar los contenidos de humanidades de todo el país, la
Real Academia de la Historia dio a conocer un informe sobre los libros de
historia en la enseñanza secundaria en el que determinaba que los manuales no
incluían las clásicas cronologías de acontecimientos, ni los personajes
históricos y daban una visión parcial y sesgada de la historia de
España en detrimento de la historia de cada autonomía. Los académicos también
alertaban sobre la supuesta ocultación del concepto de España. Una década
después, en 2011, la Real Academia de la Historia fue cuestionada por el escaso
rigor científico de algunas de las biografías de personajes del siglo XX
incluidas en su flamante Diccionario Biográfico Español.
La Fundación
Jaume Bofill respondió en 2001 al documento de la Real
Academia de la Historia con un contrainforme coordinado por
el historiador Antoni Segura en el que se analizaron 155 libros de texto,
el 80% del total. Ese trabajo demostró que los porcentajes de cada libro
dedicados a los avatares de cada comunidad autónoma, estaban muy por debajo de
los dedicados a la historia común de España. En Cataluña, la media de páginas
dedicadas a la historia autonómica alcanzaba el 15% en ESO y el 33,8%
en bachillerato, cuando la normativa fijaba la cuota de historia autonómica en
el 45%.
¿Vuelta a la censura
previa?
En España, desde 2002,
no existe para las editoriales la obligación de contar con la autorización de
la Administración para poder sacar un material didáctico al mercado, cuestión
que ahora se ha vuelto a poner sobre la mesa. Eso sí, la ley establece que
deben adaptarse a las edades de los alumnos y al currículo aprobado por
cada Administración educativa. La responsabilidad sobre qué manual elegir
recae sobre los órganos de coordinación didáctica de los centros
educativos.
Respecto a los contenidos
que se plasman en los libros, el Gobierno central fija los de las materias
troncales (lengua, matemáticas, geografía e historia, física y
química, geografía e historia, lengua extranjera...), mientras que los de
las llamadas específicas (educación física, plástica, música...) y
las de libre configuración (que suponen en torno a un 10-15% del
currículo) depende exclusivamente de las autonomías.
En este sentido, el
sindicato AMES, que no tiene representación en las instituciones catalanas,
reclama que se cambie la ley para que se imponga de nuevo el permiso previo
"dados los abusos e incumplimientos de la buena fe
constatados". El Govern, sin embargo, no está dispuesto a recoger el
guante. A este respecto, la consellera Ponsatí ha defendido que cree
"en la libertad de expresión y en la libertad académica" y que entre
sus funciones no está censurar de los libros de texto o vigilar a las
editoriales.
La propuesta tampoco
gusta a los sindicatos con mayor representación en el cuerpo docente público.
El mayoritario USTEC critica las "perversas" finalidades de
ese informe, que son "crear una policía del pensamiento, un rígido control
curricular y la voluntad de represión contra la disidencia propia de las
dictaduras o de democracias como la turca". "Las quejas
que se perciben en el informe, solo demuestran la nostalgia por los libros de
texto del franquismo", dijo la organización en un comunicado.
La segunda fuerza
sindical del sector, CCOO, también está en contra de la censura previa.
"Nosotros creemos en la libertad de imprenta y de cátedra. No se puede
controlar absolutamente todo", señala Manel Pulido, profesor
de Secundaria y secretario general de la federación de Educación de CCOO en
Cataluña. La propuesta tampoco tiene el apoyo de la Fapac, la federación que
agrupa al 76% de las asociaciones de padres de alumnos catalanes. "No
creemos que sea necesario ese control previo. Nuestra apuesta, de hecho, es que
cada vez se utilicen menos los libros de texto en las escuelas", señala su
presidenta, Montse Conejo.
Al igual que ocurre
con los supuestos casos de adoctrinamiento o con el modelo de inmersión lingüística, gran parte de la
comunidad educativa entiende que este cuestionamiento de los libros de texto no
se basa en criterios ni pedagógicos ni sociales, sino meramente partidistas y
con fines de desestabilización política.
En contraposición, la
censura previa sí está respaldada por la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), organización creada
en 2014 con el objetivo de promover y difundir las ventajas del
bilingüismo y del trilingüismo y defender la "neutralidad
política e ideológica" en los centros educativos. Su presidenta, Ana
Losada, cree que sí es necesaria la supervisión. Y va más allá, defiende
que los manuales deberían ser los mismos en todas las comunidades autónomas y , en todo caso, se tradujeran a las lenguas cooficiales.
A ver, en primer lugar voy a hablar sobre este tema porque me lo pidió Josetxu, no porque me guste, ni sea de una ideología particular, ni nada por el estilo. Bueno, después de esta pequeña introducción voy a dar paso a al comentario propiamente dicho:
ResponderEliminarYo soy asturiano, nací en Asturias y llevo viviendo 13 años en El Berrón (Siero), sin embargo, los primeros 5 años de vida los pasé en un pueblo de Lleida, llamado La Seu D´Urgell, a 10 minutos de Andorra. Estuve dos años dando clase allí, aprendí a hablar catalán y la verdad que me gustaría acordarme de algo del idioma, pero desafortunadamente lo olvidé todo, aunque no es oro todo lo que reluce. Allí la maestra de infantil que me daba clase le dijo a mis padres que solo hablaría conmigo en castellano los primeros 15 días, y que después sería todo en catalán y tanto en clase como en el recreo, el castellano estaba prohibido y si se escuchaba en seguida un maestro te decía "Si us plau nens parleu en català" (por favor niños hablar en catalán).
El problema erradica en que tras ceder el Estado las competencias en Educación, las comunidades obtuvieron una gran libertad, la cual se puede utilizar para enriquecer la cultura y diversidad de las diferentes regiones del país, o para fines que solo buscan el enaltecimiento de la propia región, idealizándola de una forma muy peligrosa e incitando a un pensamiento de superioridad, odio y exclusión. Aquí dejo un enlace donde se muestran ejemplos de lo que estoy diciendo: https://gaceta.es/espana/adoctrinamiento-colegios-catalanes-cataluna-ejemplos-20171024-1224/
Lo mejor de todo es que al final ellos siempre se consideran las víctimas, algo que realizaba el Nazismo con los judíos para justificar su matanza sistemática, al igual que todos los extremos y fanatismos (reflexión extraída de la película Imperium), siempre escudándose en una dictadura que terminó ya hace tiempo, aunque aun hay muchas cosas que se deben mejorar, para poder hacer lo mismo que les hacían a ellos durante esta. Lo mejor de todo es que la mayoría del independentismo proviene de personas que no han vivido la dictadura franquista o han ido a vivir a Cataluña y sus padres, o incluso ellos mismos, no son catalanes de nacimiento o crianza.
Ya para acabar, con esto no quiero decir que no haya adoctrinamiento de otro tipo en los libros españoles, ya que es evidente que hay muchas cosas que se deben corregir es estos, o que toda la culpa sea de los catalanes, ya que si los sucesivos gobiernos no hubieran permitido esto no estaríamos donde estamos ahora, por lo que yo no soy partidario del "y tú más" con el que los políticos toman como excusa para no hacer nada y que tanto daño ha causado y sigue causando a España. Si hay algo que está mal hecho se debe cambiar para mejorar, independientemente si lo hacen unos u otros...