¿Qué os parece, especialmente la pregunta y respuesta que destaco en negrita?
Conrad Wolfram, físico que está cambiando la forma de enseñar matemáticas
en Estonia, apuesta por eliminar el cálculo a mano
Conrad Wolfram (Oxford, 1970) piensa que tenemos un problema con las
matemáticas. Nadie está contento: los estudiantes creen que es una asignatura
difícil y sin interés, los maestros están frustrados con los resultados de sus
alumnos y los gobiernos se dan cuenta de que son determinantes para la economía
pero no saben cómo actualizar los programas académicos. "Cada vez vivimos
en un mundo más matemático y sin embargo la educación está estancada",
opina Wolfram, físico y matemático por la Universidad de Cambridge y
fundador de Computer Based Math, una compañía centrada en
rediseñar la asignatura de matemáticas que hace dos años lanzó su programa
piloto en colaboración con el Gobierno de Estonia.
En 2010 Wolfram atrajo la atención de educadores y expertos en educación de
diferentes partes del mundo con su charla TED Cómo enseñar a los niños matemáticas del mundo real, con
más de 1,5 millones de reproducciones, en la que analiza los motivos por los
que los estudiantes han perdido el interés en la asignatura que está detrás de
las "creaciones más emocionantes de la humanidad", desde los cohetes
hasta los mercados de valores.
Demasiadas horas de clase invertidas en
aprender a calcular grandes divisiones y ecuaciones a mano. Ese es el gran
fallo, según Wolfram, que apuesta por introducir la computación en las clases y
dejar que sean las máquinas las que se encarguen del cálculo.
Pregunta. Si los niños no aprenden a calcular a mano y hacen las operaciones
con el ordenador, ¿cómo van a entender lo que están haciendo?
Respuesta. Los matemáticos me odiarán por decir esto, pero antes de los
ordenadores las matemáticas no eran muy útiles para el día a día, para la vida
en general. Para cualquier campo en el que se usen muchos datos, como la
física, la biología o la salud, la computación ha elevado las matemáticas a un
estadio nuevo. Los problemas reales del siglo XXI solo se pueden resolver
usando los ordenadores y por eso deben entrar en el sistema educativo como
parte fundamental de la asignatura de matemáticas. Tener a los niños en las
aulas calculando a mano ecuaciones al cuadrado ya no tiene sentido; hay que
enseñarles a interpretar los datos y a sacar utilidad de las matemáticas. Enseñarles
el funcionamiento básico está bien, pero complicarlo hasta la extenuación es
una estrategia errónea que les aleja para toda la vida. Suelo poner el ejemplo
de la conducción; no hace falta entender el funcionamiento de los motores para
manejar un vehículo.
P. Algunos expertos sostienen que el cálculo ayuda a aprender el sentido
de los números y es una buena herramienta para entrenarse en la toma de
decisiones.
R. ¿Cuándo fue la última vez que multiplicaste 3/17 por 2/15?
Probablemente lo aprendieras en la escuela pero nunca lo has vuelto a ejecutar.
Muchos expertos dirán que multiplicando fracciones estás aprendiendo, pero solo
estás recordando un proceso. Realmente no estás entendiendo para qué lo haces
ni para qué sirve. Un ejemplo muy simple: en la ecuación x+2=4 te enseñaron que
si pasas el dos a la derecha cambia de signo y se convierte en menos 2. Ahí
tampoco entiendes qué estás haciendo. Las matemáticas tradicionales ya no
tienen sentido y probablemente el 80% del contenido de la asignatura no es útil
y nunca lo usarás fuera del aula.
P. Podrían decirle que dejarle el cálculo al ordenador en edad de
aprender es de vagos.
R. Intentar saber cómo usar la computación no supone menos trabajo para
el cerebro. Todo lo contrario. Los problemas a resolver son mucho más complejos
y ahí es donde hay que entrenar a los niños. La programación es lo que
equivaldría hoy al cálculo a mano, saber decirle al ordenador con códigos y
números lo que tiene que hacer de forma muy precisa. Matemáticas, programación
y pensamiento computacional deben ser la misma asignatura.
P. ¿Podría poner un ejemplo de esas situaciones de la vida real de las
que habla?
R. Si te muestro los datos de dos webs y te pregunto cuál está
funcionando mejor la primera pregunta que debes hacerte es qué significa mejor.
Puede ser el tiempo que los usuarios pasan en cada una de ellas o las veces que
hacen clic en alguna de las pestañas... En el mundo real puedes usar el machine learning o el análisis estadístico para
medir y analizar resultados. Elegir qué opción funciona mejor en cada caso es
complicado y ese tipo de conocimientos no se enseñan en la escuela. Las
matemáticas son mucho más que el cálculo, aunque es comprensible que durante
cientos de años se le haya dado tanta importancia, pues solo había una forma de
hacerlo; a mano. Las matemáticas se han liberado del cálculo, pero esa
liberación todavía no ha llegado a la educación.
P. Su empresa ha reinventado la asignatura de matemáticas para
introducir la computación y ha introducido nuevas habilidades a evaluar como la
comunicación matemática. ¿Cómo consiguió convencer al Gobierno de Estonia para
implantarla en los colegios públicos?
R. Con 1,3 millones de habitantes, Estonia se considera el país más
digital de Europa. Sus ciudadanos pueden votar, pagar impuestos, comprobar
archivos médicos o registrar una empresa desde su ordenador de casa en pocos
minutos. En el último informe PISA superó
a los finlandeses en ciencias y matemáticas y es el nuevo referente en Europa
en innovación educativa. Hace tres años conocí en unas jornadas a su Ministro
de Educación, que es físico, y dos años después lanzamos el primer proyecto
piloto, que se está usando en el 10% de los colegios públicos del país. Hemos
centrado la asignatura, para estudiantes de Secundaria, en probabilidad y
estadística y hemos cambiado el sistema de evaluación. Los alumnos aprenden a
resolver cuestiones reales como por ejemplo ¿son las chicas mejores en
matemáticas? o ¿mi estatura está en la media?. Ahora estamos en conversaciones
con Irlanda y Australia.
El impedimento para los colegios es la
certificación, llegar a los estándares para poder acceder a la universidad
P. ¿Han
intentando ofrecer su programa a colegios innovadores de Reino Unido?
R. El colegio al que asiste mi hija, que tiene 13 años, ha modernizado
la asignatura de historia. En nuestra época solíamos memorizar fechas y hechos
históricos, y ahora va sobre cómo investigar. Su primer proyecto fue analizar
la historia del colegio. En cambio, el programa de matemáticas sigue intacto,
estancado. El impedimento fundamental para los colegios es la certificación,
llegar a los estándares de conocimiento prefijados para después poder acceder a
la universidad. Hay un hecho llamativo y es que hemos detectado que los países
que ocupan mejores posiciones en PISA son los que están más abiertos al cambio
y otros, como España, que lleva 15 años estancada con la misma
puntuación, son más reacios.
P. La charla TED de 2010, ¿marcó un antes y un después en su carrera?
R. He trabajado durante más de 30 años con mi hermano en nuestra empresa
de software Wolfram Research, que tiene la sede en Illinois, Estados Unidos, y suma unos 500 empleados. El
mismo año de la charla TED monté un pequeño departamento en Oxford, con unas 30
personas, dedicado exclusivamente a repensar la asignatura de matemáticas.
Nuestro lema es rediseñar las matemáticas reconociendo que
existen los ordenadores. La idea se me ocurrió a partir del servicio
que ofrecíamos para Apple, concretamente
para Siri, su sistema de búsqueda por reconocimiento de voz.
Si le preguntas por cualquier operación matemática compleja, en segundos te
remite a nosotros. Ahí me planteé por qué
obligamos a los estudiantes a dedicar tantos años de su vida a aprender lo que
un teléfono resuelve en segundos.
P. ¿Cree que los gobiernos escucharían más la reforma que propone si
fuese de la mano de una gran universidad como Cambridge?
R. En este momento Cambridge, Oxford, Harvard o el MIT son
organizaciones comerciales y buscan el beneficio tanto como las empresas. Los
gobiernos necesitan reflexionar sobre ello o no restar credibilidad a una
iniciativa porque no ha surgido de una universidad. Lo que les frena es la
falta de evidencias y creen que no hacer nada es menos arriesgado que probar nuevos
métodos. El sistema educativo está fallando cada año más a los estudiantes y
eso explica porqué no hay suficientes
perfiles STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología,
ingeniería y matemáticas). Los jóvenes tienen que encontrarles una utilidad:
tener las habilidades para diferenciar una buena hipoteca o el suficiente
escepticismo para cuestionar las estadísticas que ofrece el Gobierno. La desmotivación es uno de los grandes desastres de las
matemáticas.
A mi me gustaría en mi caso haber podido desarrollar un conocimiento matemático de base, que luego me permitiese entender
ResponderEliminarlas matemáticas, siempre he tenido un gran problema con ellas a día de hoy y me da vergüenza reconocerlo, sigo usando los dedos para contar , no me acuerdo de las tablas de multiplicar , tendría que volver a estudiar como hacer una división . Y el caso
es que en su día supe hacer derivadas , integrales , problemas complejos, ( y todo se me olvidó) pero siempre desde el desconocimiento total, aprendía una manera de hacerlo y lo hacia.
Creo que lo importante es crear una base de conocimiento que nos permita asimilar y comprender las matemáticas.
Y como toda disciplina científica adaptarla a los nuevos tiempos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo Rubén. La escuela como institución socializadora-formativa/educativa, no debería centrarse en instruir al alumnado en desarrollar fórmulas sin sentido ni que estos no comprendan lo que están haciendo.
ResponderEliminarSino, debería trabajar desde una base vital e intentando que el alumnado comprenda las ecuaciones y sepa para que verdaderamente le sirven.
Las matemáticas, los números, son parte de nuestra realidad. Miremos por donde miremos estamos rodeados de números y de ejercicios matemáticos, tomemos eso de base y construyamos una forma más sencilla y fácil de interiorizar para no "ensuciar" una asignatura que seguramente en más de alguna ocasión nos ha ayudado para darnos cuenta si nuestra hermana nos timaba con las vueltas o si se quedaba con más caramelos...
Para mí, las matemáticas siempre han sido un lastre y un gran trabajo. Y eso ha sido así, porque nunca he comprendido verdaderamente la utilidad de lo que estaba aprendiendo.
Creo que a través de esta entrevista se puede observar el problema de la contextualización de los contenidos. Las escuelas siguen sin hacerlo y para mí, es muy importante que el alumnado pueda aplicar lo que aprende en su vida diaria.
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